100 años
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Cooperativa Eléctrica Benéfica San Francisco de Asís

100 años conectados con Crevillent

La historia de la Cooperativa Eléctrica de Crevillent es un relato fascinante que refleja el desarrollo de la energía eléctrica en una pequeña localidad de España, así como el impacto de la cooperación y el trabajo comunitario en la vida de sus habitantes. A continuación, puedes encontrar un resumen que abarca los momentos más relevantes de nuestra historia.

Corrían los años 20 del siglo pasado, época en el que Crevillent desarrolla un extraordinario empuje económico, social y cultural que se verá reflejado en la construcción de una serie de infraestructuras que darán impulso a la economía crevillentina, como la inauguración de la Compañía de Riegos de Levante, la edificación de grupos escolares o la construcción de la torre campanario de la iglesia de Ntra. Sra. de Belén y de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.

A ello habría que añadir un hito histórico en la cultura crevillentina como fue la edición del primer número de la Revista “Crevillente. Semana Santa”, que también celebra en este año 2025 el centenario de su impresión.

Es en este ambiente cuando el municipio de Crevillent despierta a la necesidad de mecanizar sus antiquísimas industrias de tejidos de esparto y junco, que vislumbra que serán sustituidos por otras fibras. Aparecen las exóticas de pita, yute y coco que se empiezan a tejer en sus telares manuales.

Existen otras industrias en la población, básicas en aquellos momentos, que necesitan fuerza motriz nueva al disminuir la que generaban los caudales de agua procedentes de las entrañas de nuestra sierra, que las movían aprovechando los grandes desniveles de su recorrido desde su nacimiento hasta el núcleo urbano.

La desaparición de los yacimientos de agua o minas, como se las denominaba mayoritariamente en Crevillent, como la Cata o la Fuente Antigua, en cuyos cauces estaban situados los molinos harineros, los de cal o los de yeso, crean la necesidad de utilizar una energía distinta, casi desconocida entonces y utilizada solo en los albores del alumbrado.

Pero en aquellos tiempos no era fácil el acceso a la energía eléctrica, al menos de forma generalizada, y no siempre el interés o necesidad de electrificación de un municipio estaba acorde con las zonas de mayor desarrollo de las redes de distribución eléctrica.

No olvidemos que nos encontrábamos en los años posteriores a la segunda revolución industrial, en los que la energía eléctrica constituyó un elemento fundamental de cambio y evolución tecnológica. La oferta de energía aumentaba por el perfeccionamiento de técnicas ya conocidas, como la máquina de Watt, la turbina o la industria del gas y, por otro lado, se diversificaba gracias a las nuevas formas de energía como el petróleo y vectores energéticos, como la electricidad.

Orígenes de la Cooperativa Eléctrica de Crevillent

1925 - 1940

D. Vicente Magro Quesada, primer presidente de la Cooperativa Eléctrica Benéfica de Crevillent

En Crevillent, las primeras líneas de suministro eléctrico que se conocen tienen su origen en un motor de gas pobre (ahora denominado gas de síntesis) instalado por D. Antonio Aznar Quesada, pionero en el municipio por ese abrir de ojos hacia un nuevo
y desconocido sistema de fuerza que revolucionaría, y transformaría, la sociedad.

Imaginemos aquella rudimentaria productora de electricidad, una pesadísima máquina movida a gas producido en un gasógeno a partir de leña, para accionar otra pesadísima dínamo que produciría la incandescencia de las primitivas bombillas.

Después de esta primera experiencia de Aznar fue creada, por acciones, una compañía llamada “La Popular Eléctrica y San José, S.A.” (coloquialmente, “La Popular”), cuyos componentes, por causas que desconocemos, no evolucionaron ni se acompasaron con
las necesidades de Crevillent, lo que incitó a la creación de una nueva entidad.

De esta forma, el 19 de enero de 1925 nacía la sociedad “Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís de Crevillent”, según consta en la primera acta de reunión, celebrada en el Círculo de Fomento Industrial y Agrícola, una vez ya elaborado su Reglamento unos meses antes.

Se tiene constancia en los archivos de que la entidad fue constituida inicialmente por diez socios, cuya fecha de ingreso corresponde al 13 de enero. El 30 de enero de ese mismo año se procede a la elección de los cargos para la primera Junta Directiva, presidida por D. Vicente Magro Quesada, y de la que también formaron parte Hermenegildo Valdés Davó, Ricardo Navarro Maciá, Vicente Fuentes Maciá, José Candela Lledó, Manuel Mas Galvañ y José Lledó Galvañ.

El 21 de febrero la empresa adquiría al Ayuntamiento, por el precio de 160 pesetas, una parcela para construir el primer centro de transformación, ubicado en la hoy avenida de Madrid (antigua fábrica de FILSA). Para la formación del capital inicial se suscribieron
participaciones de 25 pesetas
, acompañadas de sus correspondientes títulos. 

El suministro a los socios se inicia en el mes de octubre de 1926, es decir, a los 18 meses de constituirse la Cooperativa. Un dato curioso es que cuando inició el suministro, se cobraba la fuerza industrial a 16 céntimos (de pesetas) en horas diurnas y a 10 céntimos en horas nocturnas.

Durante los años 1925 a 1929 convivieron en Crevillent las dos compañías distribuidoras, tanto la Popular como la Cooperativa, ambas competidoras entre ellas. Sin embargo, dos entidades distribuidoras no podían subsistir. A la poca rentabilidad de las mismas se unían las pérdidas producidas, más que por la competencia comercial por las confrontaciones personales. El 23 de junio de 1929 la Cooperativa adquiere La Popular y, al quedar un solo suministrador, parecen solventarse los obstáculos económicos iniciales. El pago a la Popular se realiza regularmente desde el año 1929 hasta el año 1936, interrumpiéndose debido a la Guerra Civil española.

Extensión de la red eléctrica Crevillent y
defensa de la posición sectorial

1940 - 1980

D. Anselmo Mas Espinosa, segundo presidente de la Cooperativa Eléctrica Benéfica de Crevillent

Terminado el conflicto civil, en 1939 se hace cargo de la dirección de la Cooperativa una nueva Junta Rectora, formada por D. Anselmo Mas Espinosa, como presidente, José Manuel Magro Espinosa, Fernando Lillo Hernández, José Pérez González, Antonio Boyer Escolano, José Lledó Galvañ, Emilio Soler Gil y Manuel Mas Galvañ, a quienes corresponde reordenar y hacer marchar la entidad tras la dramática contienda.

A esto se unió el rápido crecimiento de la industria crevillentina que puso de manifiesto la insuficiencia de estaciones transformadoras y líneas de distribución. Estas décadas estuvieron marcadas por las fuertes presiones sectoriales e intentos de absorción de la Cooperativa por grandes grupos empresariales, que condujeron a una muy cuestionable limitación de la potencia eléctrica “aguas arriba” de nuestra red, potencia que necesitaba el municipio tanto para seguir impulsando su desarrollo industrial como para uso doméstico.

Durante esta etapa los cortes del servicio estaban a la orden del día y, en muchas ocasiones, fue la autoridad civil la que intervino para que el suministro no se suspendiera por el grave problema laboral que se plantearía con el paro de la industria crevillentina. Anselmo Mas Espinosa ostentó la presidencia de la Cooperativa desde el año 1939 hasta el año 1965.

D. Daniel Gómez Nieto tomó el relevo de la presidencia entre los años 1965 y 1971, durante los cuales destacó la concesión del título que premiaba a la Cooperativa como empresa modelo en su género y se desplegó un ambicioso plan de inversiones en nuevas líneas y centros de transformación, así como la mejora de las existentes, todo ello orientado a alcanzar una excelente garantía, calidad y continuidad del suministro que sigue estando presente en nuestra red. En este sentido, en las décadas de 1960 y 1970 se afrontó el cambió de tensión nominal de la red, pasando de 125/220 V a 220/380 V (a partir de 2003 se transformó a 230/400 V.)

Le sucedió en el cargo D. Pedro Rabadán Fernández, que ejerció su mandato entre 1971 y 1988, durante el cual consolidó la defensa sectorial de la entidad y siguió impulsando el desarrollo y mejora de la red, y tuvo el honor de ostentar la presidencia durante la celebración de las bodas de oro de la cooperativa, en 1975, y promovió la publicación de la revista conmemorativa del cincuentenario, que permitió que tengamos acceso en la actualidad a una valiosa información histórica.

Crecimiento y diversificación de actividades

1980 - 2000

Central minihidráulica "La Esperanza" de Calasparra

Desde 1980 a principios de 2000 se produjo una destacable transformación y diversificación de la entidad a nivel empresarial, afrontando múltiples proyectos dentro y fuera de la población. En este periodo, ocuparon la presidencia D. Jerónimo Torregrosa Torregrosa (1988-1993), D. Juan Torregrosa Díaz (1994-1995) y D. Enrique Mas Carreres, este último con un mandato de más de 20 años, desde 1995 hasta 2015.

En lo referente a proyectos internos, en 1991, se inauguraba la nueva sede social en la calle Corazón de Jesús, núm. 17, abandonando las antiguas instalaciones en la calle Virgen del Carmen, núm. 23-25, en los bajos del
edificio cuya construcción promovió la propia cooperativa y que ocupaba desde 1968, para trasladarse a un edificio de planta nueva y mucho más funcional que permitiera renovar y dar un impulso a todas las áreas de la organización. Este inmueble sigue albergando la sede social en la actualidad.

En la faceta empresarial, estos años estuvieron caracterizados por el desarrollo de varios proyectos de gran envergadura técnica y económica, que permitieron iniciar una nueva andadura en el campo de la producción de energía. Así, dentro de los planes estratégicos de expansión y diversificación de sus actividades, la cooperativa vio cumplidos en la década de 1990 dos hitos importantes de producción de energía en el entonces denominado “régimen especial”.

Así, en 1991, tenía lugar la puesta en marcha, tras su rehabilitación y modernización, de la central minihidráulica “La Esperanza”, una minicentral en canal de riego con una potencia de 1,2 MW, situada en la acequia “Esparragal de Abajo”, en la cuenca del río Segura a su paso por el municipio de Calasparra, en la vecina Región de Murcia. Esta central sigue estando totalmente operativa y presenta unos muy buenos parámetros de producción. Con carácter previo a su rehabilitación, se produjo la adquisición por la cooperativa de la mercantil propietaria de esta central, La Unión Electro-Industrial, S.L., fundada en 1905.

En 1998 se producía un segundo hito relevante en la cooperativa en el aprovechamiento de energías renovables, al adquirir una nueva central minihidráulica de 1,5 MW, en este caso situada en la cuenca del río Ferreira, en Lordelo (Portugal), a través de Uniao Hidroléctrica Ibérica, Lda., que sigue siendo en la actualidad propiedad del Grupo Enercoop. No fue una actuación aislada, puesto que en
Portugal y Galicia se cuenta también con participación en otras 4 centrales minihidráulicas, a través de la mercantil Aquaventus Energia, S.L, a cuyo capital se accedió algo más tarde, en 2003.

Por último, esta etapa de expansión cuenta con un último hito destacable, la construcción, en 1998, de una planta de cogeneración de alta eficiencia a partir de fuelóleo, de 9,4 MW de potencia, destinada a la producción simultánea y combinada de energía eléctrica y energía térmica, proyecto que fue realizado a través de la sociedad participada Cogeneración Crevillentina, A.I.E., en colaboración con la empresa Lanatín, S.A.L., que era el consumidor del calor para tintes textiles. 

Tras el cierre del proceso industrial de tintes textiles, esta planta de cogeneración, situada en el actual centro de trabajo de Cuesta de las Piedras en Crevillent, continuó operativa hasta aproximadamente el año 2014, estando asociada en el periodo 2011-2014 a un proceso de producción de biomasa impulsado por la cooperativa, concretamente elaboración de briquetas a partir de cáscara de almendra, negocio desarrollado por la filial Covaersa Energías, S.A.U. que fue reduciendo progresivamente su actividad por circunstancias de mercado hasta su parada definitiva.


Más allá de las actuaciones en generación eléctrica, la aprobación en 1997 de la Ley 54/1997, del Sector Eléctrico, que liberalizaba varias actividades, abría también, aunque de forma transitoria, las puertas a al crecimiento de la actividad de distribución fuera del ámbito local. Justamente, esta norma fue el germen de los nuevos desarrollos de red promovidos por el Grupo Enercoop, con no pocos obstáculos, en la localidad valenciana de Canet d’en Berenguer a través de la filial Fuerzas Eléctricas de Valencia, S.A. (FEVASA), sociedad posteriormente absorbida por la empresa Hidrocantábrico (hoy HC – EDP). 

En este mismo periodo, se adquirió por la Cooperativa la empresa distribuidora eléctrica almeriense Ignaluz Jiménez de Torres, S.L. y se entró en el capital de la zaragozana Solanar Distribuidora Eléctrica, S.L., que en ambos casos fueron objeto de desinversión años más tarde, al igual que se produjo un efímero escarceo empresarial en América del Sur con la participación en la sociedad El Progreso del Limón, CxA, en la República Dominicana. 

Asimismo, coincidiendo con la liberalización del sector eléctrico, en el año 2000 se impulsó, junto a otras pequeñas distribuidoras del sector, la creación de Nexus Energía, S.A., compañía comercializadora en cuyo capital nuestro Grupo estuvo presente durante unos 10 años.

Finalmente, en lo referente a edificios, entre 2000 y 2001 fue construido un nuevo centro de trabajo en la Ctra. de la Estación, Pol. Ind. I-4, concretamente una nave industrial con almacén y oficinas destinada al equipo técnico de distribución eléctrica. Ello permitió liberar espacio en la sede de C/ Corazón de Jesús, 17, la cual fue reformada años más tarde ampliando la zona de oficinas y atención al público.

Fachada de la nueva sede de Cooperativa en Calle Corazón de Jesús

En estos años, la Cooperativa empezó a emplear un eslogan o claim institucional para identificar sus orígenes y trayectoria. “La obra maestra de un pueblo emprendedor” –en primer lugar– y “La luz de Crevillent”, algo más tarde.

Apuesta por la energía solar fotovoltaica

2000 - 2010

Planta Solar Fotovoltaica “El Realengo”

Continuando en la presidencia D. Enrique Mas Carreres, la apuesta por la diversificación de actividades requería, cada vez más, de una marca “paraguas” que sirviera para identificar, de forma conjunta e inconfundible, a todas las sociedades que orbitaban alrededor de la Cooperativa Eléctrica, naciendo así el Grupo Enercoop.

Este periodo estuvo caracterizado, principalmente, por dos hechos relevantes en el plano empresarial. El primero de ellos fue el inicio de facto de la comercialización de energía fuera del municipio de Crevillent, como consecuencia de la liberalización del sector que, como se ha indicado, introdujo la Ley 54/1997, del Sector Eléctrico. Una liberalización que, en sus principios rectores, recogió la Ley 24/2013, del Sector Eléctrico, actualmente vigente. De este modo, la organización siguió comercializando energía en Crevillent a través de la Cooperativa, y fuera de Crevillent a través de su filial La Unión Electro-Industrial, bajo la marca comercial Enercoop.

En segundo lugar, dando continuidad a las acciones iniciadas en el periodo anterior en materia de producción a partir de energías renovables, en 2005-2006 comenzaban los primeros hitos administrativos para el desarrollo de la Planta Solar Fotovoltaica “El Realengo” (Foto 9), situada al sur de la población, junto a la pedanía homónima, en una parcela de propiedad municipal que anteriormente albergó la “Ciudad Deportiva Sur”. 

Esta planta fue promovida en tres fases, las cuales entraron progresivamente en funcionamiento entre los años 2007 y 2008, tras la experiencia piloto denominada “La Balsa”, de 300 kW, instalada en el paraje crevillentino de Campillos, en una parcela de la Comunidad de Regantes “San Cayetano”.

Con una potencia de 13 MW y una inversión cercana a 90 millones de euros, la PSFV “El Realengo” ha sido el proyecto de mayor envergadura que ha acometido el Grupo Enercoop en su historia, al menos hasta el momento. Este proyecto fue impulsado bajo un modelo, entonces muy habitual, de fraccionamiento de instalaciones en una única agrupación o “huerto solar”, que fueron ofrecidas a inversores particulares y empresas, tanto cooperativistas como no cooperativistas. 

El Grupo Enercoop, a través de una de sus sociedades filiales, mantiene todavía en 2025 la propiedad de 6 instalaciones en esta planta, que representan una pequeña parte de la misma, alrededor de un 5% (unos 0,65 MW) y sigue operando y manteniendo en exclusiva la planta.

Para el desarrollo de este proyecto, la Cooperativa se apoyó en dos de sus sociedades filiales, la ya
mencionada Covaersa Energías, S.A. (constituida en 2001, inicialmente para el negocio eólico, como acrónimo de “Corporación Valenciana de Energías Renovables”) y Generación de Energías Alternativas, S.L. (constituida en 2004), ambas con un objeto social centrado en las instalaciones de producción renovable, en sentido amplio.

En esta etapa, resulta también destacable la celebración en el año 2000 del 75 aniversario de la creación de la entidad, que fue festejado con gran pompa y estuvo acompañado de numerosos actos y actividades. 

El reto de la transición energética

2015 - 2025

En 2015, Enrique Mas Carreres cedía el testigo en la presidencia de la entidad a D. Guillermo Belso Candela, en el Consejo Rector desde 2013, y actualmente en el cargo, bajo un contexto de gran dinamismo regulatorio y de documentos de planificación energética como consecuencia de los ambiciosos objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea en los horizontes de los años 2030 y 2050. 

Se trata de un intenso proceso de transformación conocido como transición energética, que persigue transitar de un escenario energético centralizado, fósil, nuclear y contaminante, con su eje en el propio sistema, a otro escenario descentralizado, descontaminado, democrático y digital, que pivota alrededor de la sociedad. 

Es un gran reto en el que la ciudadanía tiene mucho que decir, jugando un papel activo en esta transformación, que encaja como la horma de un zapato en el espíritu de las cooperativas eléctricas.

En este marco, a escala local, la Cooperativa comenzó a evolucionar de forma natural hacia el modelo de “comunidad energética”, un nuevo término acuñado desde Europa, a través de sus directivas, para invitar a las personas y empresas a agruparse para generar, consumir, gestionar, almacenar y vender su propia energía. Para ello, la tecnología de autoconsumo, fundamentalmente a partir de energía solar fotovoltaica, está jugando un papel fundamental.

Así, en 2019, la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís impulsó el proyecto de comunidad energética COMPTEM (Comunidad para la Transición Energética Municipal), la primera de España, en colaboración con el Ayuntamiento de Crevillent y con el apoyo de la Generalitat Valenciana y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). 

En esta comunidad, los consumidores, la propia ciudadanía, pueden beneficiarse de las ventajas que implica el uso colectivo y compartido de la energía producida a partir de fuentes renovables, transformándose así en “prosumidores”, y con clara proyección hacia “flexumidores”.

En 2020 concluyó la implantación de la primera célula piloto de autoconsumo colectivo situada en la pedanía crevillentina de El Realengo (Foto 10), que sigue siendo una de las mayores y más destacadas instalaciones colectivas de España al contar, incluso, con almacenamiento de energía en baterías electroquímicas. 

Esta primera actuación permitió dar forma al modelo desde el punto de vista técnico, económico, administrativo, jurídico y social para, posteriormente, ir extrapolándolo de forma progresiva al resto de zonas de la población. 

De hecho, esta instalación fue motivo de visita e inauguración, el 16 de septiembre de 2021, por parte de la entonces ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Dª Teresa Ribera, y de la actual ministra, Dª Sara Aagesen, en aquel momento secretaria de Estado de Energía, convirtiendo a Crevillent en un potente foco del sector energético, por la asistencia al acto de un gran número de autoridades y asociaciones.

En el marco del proyecto COMPTEM, estas instalaciones de autoconsumo colectivo fueron complementadas por una App para dispositivos móviles y el despliegue de una red de paneles informativos digitales (MUPI’s) a lo largo del municipio.

Junto a esta visión local, el Grupo Enercoop comenzó en 2019 un ambicioso proceso de reestructuración y diversificación de su actividad a nivel empresarial, verticalizándose y potenciando su crecimiento en generación energética en proyectos de tamaño medio, exclusivamente a partir de energías renovables, situados tanto dentro como fuera del municipio de Crevillent. 

Y ello, al tiempo que se inició la implantación en la organización de un necesario plan estratégico y de modernización y digitalización de procesos internos de gestión, orientado a mejorar su eficiencia y competitividad y a afrontar con éxito, desde nuestro grupo de empresas, el reto de la transición energética

No debe olvidarse que las compañías energéticas están llamadas a ser empresas tecnológicas.

En el ámbito local, dentro del paraguas del proyecto de comunidad energética COMPTEM, en el periodo 2020-2024 se desplegaron varias instalaciones de producción en régimen de autoconsumo colectivo sobre cubiertas municipales y una microplanta de producción eléctrica a partir de energía solar fotovoltaica, PSFV Campillo, de 3,4 MW de potencia y tecnología de seguimiento solar. 

El objetivo de esta estrategia de autoproducción colectiva y local de energía es permitir el acceso universal a las energías renovables a la ciudadanía crevillentina, para garantizarse unos precios razonables de la energía a medio y largo plazo.

Por otro lado, para promover proyectos de producción eléctrica renovable a escala autonómica se formalizó, en 2021, una alianza estratégica con la también cooperativa alicantina de crédito Caja Rural Central (CRC), con sede en Orihuela, con quien se comparte visión, valores y un incuestionable arraigo territorial. 

De este modo, se aliaban las dos mayores cooperativas de la Comunitat Valenciana en sus respectivos sectores, el energético y el financiero. Fruto de esta unión fue la constitución de la sociedad conjunta Luzem Energía, S.L., a través de la cual se han desarrollado ya dos plantas fotovoltaicas con seguimiento solar en la provincia de Valencia, en San Antonio -Requena (4 MW) y en Chiva (3,5 MW).

En materia de innovación, cabe señalar la intensa participación en proyectos europeos y nacionales, lo que ha supuesto la creación en la organización de un departamento específico para su gestión. 

Además, en los últimos 5 años, se ha accedido al capital de varias sociedades para cooperar en desarrollos de vanguardia, como Neuro Energía y Gestión, S.L. y Neurophi Energía, S.L., ambas en el campo de la digitalización del sector eléctrico, y Transición Energética Solar, S.L. (TRANESOL), especializada en tecnología agrovoltaica.

Igualmente, también durante esta etapa se comenzó con el despliegue de la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en la localidad, instalándose puntos de carga semirrápida (22 kW) y rápida (50-100 kW), tanto en el casco urbano (Pza. Dr. Mas Candela) como en áreas de servicio cercanas a la autovía A-7 a su paso por Crevillent.

Para finalizar, la red eléctrica, como columna vertebral de la transición energética, está experimentando un nuevo proceso de digitalización en Crevillent. Así, en 2023 comenzó la instalación de sistemas de supervisión avanzada en baja tensión que permiten una mayor observabilidad, automatización e inteligencia para que la red sea más resiliente y flexible y pueda dar cabida tanto a mayor generación renovable como a mayor demanda de energía.

No se puede cerrar este periodo sin referirnos a dos hechos acontecidos en este intenso contexto de transición energética y que, sin duda, lo influenciaron: la pandemia del coronavirus COVID-19 (años 2019-2020) con la reducción del consumo eléctrico asociado a la misma por el confinamiento total de la población, y la guerra entre Rusia y Ucrania (años 2021-2022), que generó una dramática crisis de precios de la energía nunca antes conocida que conllevó unos extraordinarios esfuerzos financieros para todo el sector energético para acometer la compra de energía en el mercado eléctrico.

Durante esta etapa, el eslogan institucional evolucionó y se desdobló en dos: “La energía cooperativa” –con objetivos comerciales– y “La energía, como la vida, mejor con valores”, en el plano institucional.

Cargador para coches eléctricos ubicado en Crevilent

Cultura empresarial y
Responsabilidad Social Corporativa (RSC)

100 años de historia

Antigua fábrica de alfombras Universal

Tras sus 100 años de historia, el Grupo Enercoop se ha convertido en una organización empresarial con presencia en la práctica totalidad de la cadena de valor del sector eléctrico con producción de energía 100% renovable, distribución al municipio de Crevillent a través de su propia red con más de 14.000 puntos de suministro y unos 150 centros de transformación, servicio de comercialización especializado a más de 6.000 clientes repartidos por el resto del territorio nacional, agente representante en el mercado eléctrico para instalaciones de producción renovable y grupo de compra de energía para otras cooperativas españolas.  

Su matriz, la Cooperativa Eléctrica Benéfica San Francisco de Asís, Coop. V., cuenta en 2025 con alrededor de 10.000 personas socias, lo que la convierte en la mayor de España en su género y en una de las mayores de Europa.

La organización cuenta con un equipo multidisciplinar de más de 50 profesionales formado en su
consolidada cultura empresarial y en los principios fundacionales de la entidad, y convencido del modelo colectivo y participativo aplicado a la energía. Con un volumen de facturación anual medio superior a 50 millones de euros, el Grupo se encuentra entre las tres primeras compañías energéticas independientes de la Comunitat Valenciana y entre las 50 empresas de mayor facturación de la provincia de Alicante.

La entidad se rige por los principios éticos de excelencia, transparencia y vocación de servicio. Sus normas de gobernanza democrática se sustentan en los valores de la honradez y compromiso con la empresa y sus socios, fijando como actitudes irrenunciables, tanto de los empleados de la organización como de los propios miembros del Consejo Rector y de la Comisión de Control, un código de conducta ejemplar, con el propósito de contribuir a un modelo de cooperativismo sostenible basado en la rectitud, decencia, integridad y rigurosidad en lagestión.

Siempre bajo la premisa irrenunciable de no comprometer la sostenibilidad económica ni la nsolidez financiera del Grupo, se continúa desarrollando actuaciones estratégicas cuyo principal objetivo es aportar valor a la organización y garantizar un precio de la energía competitivo para las personas socias, bajo una visión tecnológica, de respeto al medio ambiente y alta componente social. 

Por ello, todos los beneficios obtenidos por la actividad empresarial se revierten en el propio negocio o se retornan a la sociedad en forma de acciones de responsabilidad social corporativa. Así, el Grupo Enercoop, a través de la Fundación de la Comunidad Valenciana de la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís, encargada de gestionar su Obra Social, que cuenta con un presupuesto anual cercano a los 600.000 €, respalda cada año más de un centenar de iniciativas sociales, culturales, benéficas, medioambientales, asistenciales y deportivas dentro del municipio. 

A los proyectos emblemáticos realizados por Crevillent, como el Tanatorio “Virgen del Rosario”, el apoyo a la Residencia de Personas Mayores Dependientes “La Purísima”, el Museo Monográfico “Acuarelista Julio Quesada”, las becas de estudios o la colaboración en la construcción y mantenimiento del Museo de la Semana Santa, se pondrá el colofón en el año del centenario con el inicio de las obras del ambicioso proyecto sociocultural y empresarial “Fōrum Enercoop”, a desarrollar en la antigua fábrica de Alfombras Universal. 

Se trata de un céntrico edificio, parcialmente protegido por ser un destacado ejemplo de la arquitectura industrial de Crevillent de comienzos del siglo XX, que fue adquirido por la Cooperativa en 2017.

Los galardones y reconocimientos recibidos a lo largo de su historia, especialmente en los últimos 25 años, como el premio Nova de la Generalitat Valenciana a la Mejor Empresa, en 2001, la Distinción del 9 d’Octubre al Mérito Empresarial y Social, concedida también por la Generalitat Valenciana en 2021, o el Premio Extraordinario de Energía otorgado ese mismo año por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, entre muchos otros, son testimonio del buen hacer de esta institución crevillentina.

Excelencia en la gestión y respeto permanente de los valores éticos de la transparencia, responsabilidad, honestidad y solidaridad son las premisas que rigen el gobierno de una entidad que se ha convertido en una institución en el municipio, y que todos los crevillentinos estamos obligados a conservar y seguir engrandeciendo. En ello seguimos poniendo nuestro mayor empeño.

Centenario Enercoop es una página del Grupo Enercoop para dar a conocer los actos de delebración del centenario de su cooperativa.